El profeta Asaf comienza diciendo: "Oh Dios, no guardes silencio;
no calles, oh Dios, ni te estés quieto"
El Salmo en su capítulo 83:2-5 dice: ‘Porque
he aquí rugen tus enemigos, y los que te aborrecen alzan cabeza. Contra tu
pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra
tus protegidos. Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y
no haya más memoria del nombre de Israel. Porque se confabulan de corazón a
una, contra ti han hecho alianza’.
Asaf profeta, salmista y autor de haber
escrito el Salmo 83, les revela y advierte al pueblo de Israel la confabulación y creación de una alianza entre las naciones
árabes vecinas, lo cual estas se han propuesto en destruir y desaparecer de la
faz de la tierra al pueblo escogido de Dios.
Actualmente, rugen los enemigos del pueblo de
Israel, se amotinan las gentes, los pueblos piensan cosas vanas y consultan
astuta y secretamente contra Jehová y su pueblo ungido diciendo: “Rompamos sus
ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas”.
El salmista ora y pide a Dios la derrota de
esta coalición, enemiga del Dios verdadero de Israel. No se complacen con nada
sino con la destrucción completa de Israel hasta que se borre del libro de la
historia el nombre mismo de Israel. El profeta Asaf ora: “Dios mío, ponlos como
torbellinos, como hojarascas delante del viento, como fuego que quema el monte,
como llama que abrasa el bosque. Persíguelos así con tu tempestad, y atérralos
con tu torbellino. Llena sus rostros de vergüenza y busquen tu nombre, oh
Jehová. Sean afrentados y turbados para siempre; sean deshonrados, y perezcan.
Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra”.
La pretensión secreta de estas naciones
vecinas y enemigas de Israel es que la
iglesia de Dios (Jesucristo el Señor y Salvador) deje de existir y
desaparezca del mundo y se imponga las creencias y dioses que estas naciones
adoran.
La Biblia dice: ‘El que mora en los cielos se
reirá; El Señor se burlará de ellos. Hablará a ellos en su furor y los turbará
con su ira. Los quebrantará con vara de hierro y los desmenuzará’. Esta próxima
guerra profetizada en el Salmo 83 la ganará el pueblo escogido de Dios como
está escrito en Su palabra, Dios los protegerá de esta confabulación altiva y
soberbia que finalmente estas naciones sabrán quien es Jehová de los ejércitos.
Bibliografía: La Biblia de Estudios de Profecía, Reina Valera, 1960, por Tim LaHaye,