El suceso que originó el establecimiento de la Iglesia para
aquellos tiempos fue la venida del Espíritu Santo en el día de Pentecostés
-cincuenta (50) días después de la fiesta de las premisas-
La Biblia hace referencia en el Antiguo Testamento de esta fiesta
pero nunca nombra ni señala la palabra “Iglesia”. El libro de Éxodo cita dos
versículos: “También celebrarás la fiesta de las semanas, la de las primicias
de la siega del trigo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año. Tres
veces en el año se presentará todo varón tuyo delante de Jehová el Señor, Dios
de Israel”, y “También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus
labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la
salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo”.
Se sabe que la Iglesia comenzó en el calendario judío; pero la
importancia que el Antiguo Testamento otorga a esta fiesta no se relaciona con
la creación de la Iglesia.
El apóstol Pablo en el libro de los Romanos cita con especial
cuidado sobre la profecía de Jesucristo diciendo:
“Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo,
según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos
eternos, pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los
profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas
las gentes para que obedezcan a la fe, al único y sabio Dios, sea gloria
mediante Jesucristo para siempre”.
Los estudios indican que la palabra “Iglesia” no aparece
registrada en el Antiguo Testamento y que no tiene ninguna relación con el
judaísmo ni debe ser comparada con el pueblo de Israel, es decir, la
Iglesia comienza después de la vida terrenal de Cristo.
Jesucristo es el primero es nombrar la palabra “Iglesia” y las
Escrituras (NT) revelan que
esto sucedió cuando Él se encontraba en la ciudad de Cesárea de Filipos y dijo:
“sobre esta roca edificaré mi Iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella”.
Finalmente, la Iglesia nace en el día de Pentecostés y es a través
del Espíritu Santo quien lleno del espíritu todo aquel lugar donde se
encontraba una gran multitud de creyentes. Dice la Biblia que las personas
comenzaron hablar en diferentes lenguas, todos fueron bautizados por el
Espíritu Santo y todos estaban atónitos y perplejos de lo que estaba
aconteciendo en ese lugar, más otros se burlaban y decían: “están llenos de
mosto”.
Cumpliendo con la gran comisión: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura". Amén.
ResponderEliminarNuestro Señor Jesucristo nos ordena que cumplamos con la gran comisión: "Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones". Amén.
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