El fundamento para aprender de la Biblia debe provenir de la lectura bíblica. Es muy importante desarrollar el hábito de la lectura. A leer la Biblia, no se detenga tanto en las complejidades de un versículo ni en el análisis de palabras hasta el punto de perder de vista el próposito y el significado general del escritor. Para obtener el mayor beneficio de su lectura, consideré cuidadosamente las siguientes técnicas.
1. Lea diariamente
Job.23.12 dice: "Guardé las palabras de su boca más que mi comida". De esta declaración podemos deducir que la lectura diaria de la Biblia es a su vida espiritual lo que el alimento diario es a su vida física. Todos sabemos que necesitamos comer regularmente; sin embargo, también es importante separar y mantener un tiempo específico para leer la Biblia.
2. Lea de modo devocional
Cada día antes de leer la Palabra de Dios, pídale en oración que le envíe algún mensaje. Muchas veces Él le dará a usted un pensamiento que responde a la necesidad de su corazón. A veces le dará una palabra de bendición que usted necesitará luego ese mismo día. En cualquiera de los casos, le ayudará mucho poner el mensaje por escrito. La lectura devocional que enfatiza las verdades reveladas de las Escrituras provee la instrucción espiritual para la vida diaria que necesita todo cristiano.
3. Haga un análisis del tema
Nada ampliará más su entendimiento de la verdad bíblica como su análisis del tema. Hacerlo es fácil. Simplemente siga estos sencillos pasos:
a. Consulte una buena concordancia bíblica para obtener más información sobre el tema que estudia.
b. Busque todas las referencias cruzadas sobre el tema, particularmente las del Nuevo Testamento, Salmos y Proverbios. Comience con las referencias al Nuevo Testamneto ya que es allí donde Dios nos ha revelado muchas cosas necesarias para la vida cristiana. Se incluye Salmos y Proverbios ya que Dios nos dio estos libros a través del hombre más sabio que haya existido, Salomón y a través del hombre que le enseño a él gran parte de su sabiduría: el rey David.
c. Comience un diario espiritual anotando los conceptos o los principios básicos que Dios le va enseñando sobre el tópico que está estudiando. Las anotaciones del diario no deben ser más extensas de una pagina por día de lectura bíblica.
d. Busque un buen diccionario bíblico y examine la definición del tema que estudia. Si su propio análisis difiere seriamente del material del diccionario, entonces deberá revisar dicho análisis para verificar si pasó algo por alto en su estudio.
La Biblia es literalmente un cofre con tesoros de la
Fuente: Biblia de Estudio de Profecía, por Tim LaHaye, Reina Valera año 1960
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