domingo, 20 de mayo de 2018

Exhortación a la Unidad (1Co.1:10-17)

La Biblia dice: "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer". (1Co.1:10)

El apóstol Pablo se ve obligado a exhortar a los fieles de Corinto a mantener la unidad en la comunidad eclesial. Les hace un llamado a ponerse de acuerdo en la forma de pensar y actuar en relación a la unidad que debe de existir dentro de la congregación (v.10).

Pablo recurre al nombre de nuestro Señor Jesucristo; a edificar con conciencia de lo que Él es, de lo que representa y de lo que exige, al decir: "Y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer".

Otro señalamiento que hace el apóstol: "Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo". (1Co.1:11-12). De acuerdo a este señalamiento por parte de Pablo, la Iglesia de Corinto estaba viviendo una seria y profunda división, definida como "partidos en torno a la personalidad". Pablo les exhorta, pide y exige "que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer". Él no les pide que tengan en todo las mismas opiniones, sino que mantengan una unión de la fe y amor, suficiente para evitar que se formen partidos dentro de la Iglesia.

Las contiendas han sido reveladas en el (v.12) que dice: "Me refiero a que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo, es decir, soy partidario de él; de su modo de hablar, de actuar, etc., y yo soy de Apolos; y yo soy de Cefas; y yo soy de Cristo", lo cual esta situación, hizo conformar cuatro (4) partidos dentro de la Iglesia de Corinto.         

Pablo había fundado la Iglesia de Corinto (Hch.18:1-11) y, al ser eminente siervo del Señor, poderoso con obras y señales, más que con palabras, es notable que tuviese una gran cantidad de seguidores.

Apolos había regado lo que Pablo plantó (v.3:6, 4:6). Cefas es el nombre arameo de Pedro (Jn.1:42) y es probable que sus partidarios viesen en él al principal de los apóstoles. Y un cuarto partido llamado Cristo, desconociendo verdaderamente el motivo de su formación, ya que existen varias opiniones.

La reacción de Pablo contra esta situación de división, creada por cuatro partidos, expresa lo siguiente: ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizado en el nombre de Pablo? Dijo no, no hay más que un sólo Cristo, un sólo Señor (Ef.4:5) y por lo tanto, los cristianos deben estar unidos en Él. Pablo no fue nuestro redentor ni derramo su sangre en expiación por nuestros pecados.
 


 


No hay comentarios:

Publicar un comentario