El infierno es el término bíblico
para designar el lugar donde se hallan los que están perdidos eternamente. Las
dos palabras griegas que se usan para identificar “el infierno” en el Nuevo
Testamento son Hades y Gehenna. El lugar de residencia temporal es el Hades,
mientras que Gehenna se refiere a la “penitenciaria” final de las almas
perdidas. El lago de fuego es sinónimo de Gehenna, que difiere del Hades pues
el primero es un lugar donde hay diferentes niveles de sufrimiento. Por tanto,
el infierno definitivo diferirá según las acciones de maldad de la persona y la
cantidad de veces que ha rechazado a Cristo (Ro.2:5; Mt.11:23-24; Mt.23:14).
El Hades era el lugar donde iban las
almas y los espíritus de todos los seres humanos hasta que Cristo murió en la cruz.
El Seol (en el Antiguo Testamento) y el Hades (en el Nuevo Testamento) son el
mismo lugar. En el Seol o Hades había dos sectores: uno para los malvados y
otro para los justos, uno de sufrimiento y otro de consuelo. El área de
consuelo se conoce como paraíso o “seno de Abraham” (Lc.16:22-23). El ladrón
que se arrepintió en la cruz fue al paraíso, tal como Cristo lo prometió
(Lc.23:43). Ahí fue Jesús al morir (Ef.4:8-10), y desde allí liberó y
transportó al “tercer cielo” de (2Co.12:2) a todos los justos que habían
muerto. Así pues, el lugar de consuelo del Hades (el paraíso) ha sido
desocupado por Aquel que tiene las llaves de la muerte y del infierno
(Ap.20:13).
Por supuesto, el sector de
sufrimiento del Hades aún está lleno de impíos, y su población seguirá
aumentando con los impenitentes no regenerados que mueren cada día. Ellos se
han unido al hombre rico de (Lc.16:23) y no saldrán de allí hasta el día del
juicio final, en que se encontrarán con Cristo y serán transferidos a la
prisión final de las almas perdidas, en el Gehenna (Ap.20:13-14). Cristo
describe el Hades once veces en el Nuevo Testamento (Mt.11:23; Mt.16:18;
Lc.10:15; Lc.16:22-23; Hch.2:27,31; Ap.1:18; Ap.6:8; Ap.20:13-14).
La palabra griega “Gehenna” se repite
doce veces en el Nuevo Testamento. Toma su nombre del “valle del Hinnom”, lugar
donde el rey Acaz introdujo el sacrificio de niños al dios Moloc (1R.11:7).
Este lugar llegó a ser tan detestable que se usaba como basural y ardía
continuamente. Por lo tanto, Gehenna equivale a “lago de fuego”. En los
siguientes pasajes bíblicos, Cristo se refiere al Gehenna, traducido “infierno”
o “lago de fuego”: (Mt.5:22,29-30; Mt.10:28; Mt.18:9; Mt.23.15,33; Mr.9:43-47).
El lago de fuego, o Gehenna, es el
lugar definitivo de castigo y tormento para aquellos que rechazan a Cristo
(Ap.19:20; Ap.20:10,14-15). Los consignados a ese lugar son aquellos cuyos
nombres no se hallan en el libro de la vida (Ap.20:15), incluyendo a los
adoradores del anticristo y del falso profeta (Ap.19:20), el diablo (Ap.20:10;
Mt.24:42), y los ángeles del diablo (Mt.25:41; Ap.19:20; Ap.20:10). Todos
estarán separados de Dios para siempre (2Ts.1:9).
El lago de fuego se describe en las
Escrituras como un lugar donde “el gusano de ellos no muere” (Mr.9:44), un
lugar de “las tinieblas de afuera” (Mt.8:12), un lugar de “fuego eterno”
(Mt.18:8), donde “el humo de su tormento sube” (Ap.14:11), y donde ocurre la
“segunda muerte” (la eterna separación de Dios) en el lago que arde con fuego y
azufre” (Ap.20:14; Ap.21:8).
Bibliografía: Biblia de Estudio de Profecía por
Tim LaHaye. Artículo: “El infierno” por Jack Van Impe.
La Biblia dice: "Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama",(Lc.16:22-24). Amén.
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