lunes, 13 de agosto de 2018

El profeta Sofonías anuncia juicio a Judá y a Jerusalén (v.2-4) será un día de sacrificio el cual castigará a los príncipes, a los hijos del rey, y a todos los que visten vestido extranjero. Destruirá por completo todas las cosas que se encuentran en toda la faz de la tierra, hombres, bestias, aves y peces destruirá. Así mismo, cortará a los impíos y raerá a los hombres de sobre la faz de la tierra. Hace referencia a la condición espiritual en la que se encontraban sumergidas en la idolatría ambas ciudades, Dios extendió su mano y destruyó todos los lugares de adoración de Baal; permitiendo que fueran invadidas por el imperio babilónico en el 586 a.C. la cual se cumplió esta palabra. El día de Jehová (v.7) será el día que Jehová se presentará como juez (Is.2:12; Is.13:6,9; Ez.13:5; Ez.30:3; Jol.1:15; Jol.2:1,11,31; Jol.3:14; Am.5:18,20; Abd.15; Sof.1:14; Zac.14:1). Por lo tanto, los juicios pasados de Dios sirven como ejemplo de lo que serán sus juicios futuros. Finalmente, el día de Jehová (vv.14-18) se puede designar también como la semana setenta de Daniel (Dn.9:24-27). Sofonías describe el período de la tribulación que esta revelado en el libro de Apocalipsis. El profeta revela lo que a futuro acontecerá en "el día de Jehová" que será un día de juicio para toda la humanidad.

1:1 Palabra de Jehová que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en días de Josías hijo de Amón, rey de Judá. 
El día de Jehová

1:2 Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Jehová. 

1:3 Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos; y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Jehová. 

1:4 Extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los habitantes de Jerusalén, y exterminaré de este lugar los restos de Baal, y el nombre de los ministros idólatras con sus sacerdotes; 

1:5 y a los que sobre los terrados se postran al ejército del cielo, y a los que se postran jurando por Jehová y jurando por Milcom; 

1:6 y a los que se apartan de en pos de Jehová, y a los que no buscaron a Jehová, ni le consultaron. 

1:7 Calla en la presencia de Jehová el Señor, porque el día de Jehová está cercano; porque Jehová ha preparado sacrificio, y ha dispuesto a sus convidados. 

1:8 Y en el día del sacrificio de Jehová castigaré a los príncipes, y a los hijos del rey, y a todos los que visten vestido extranjero. 

1:9 Asimismo castigaré en aquel día a todos los que saltan la puerta, los que llenan las casas de sus señores de robo y de engaño. 

1:10 Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde la segunda puerta, y gran quebrantamiento desde los collados. 

1:11 Aullad, habitantes de Mactes, porque todo el pueblo mercader es destruido; destruidos son todos los que traían dinero. 

1:12 Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal.

1:13 Por tanto, serán saqueados sus bienes, y sus casas asoladas; edificarán casas, mas no las habitarán, y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas. 

1:14 Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. 

1:15 Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, 

1:16 día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres. 

1:17 Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. 

1:18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra. 

Fuente: La Biblia, versión Reina Valera, año 1960

1 comentario:

  1. Daniel 9:24-27 dice:"Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador". Amén

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