miércoles, 25 de octubre de 2017

La Babilonia figurada

El Espíritu de Babilonia, caracterizado por rebelión y confusión, continúa 

La palabra "Babilonia" puede significar "confusión" o "la puerta de Dios". Durante la construcción de la torre de Babel, Dios confundió las lenguas; así pues la definición de "confusión" es apropiada. El otro significado de Babilonia, "puerta de Dios", sugiere autorredención. Aun muchos después de la desaparición de Babilonia, la Biblia habla de ella en Apocalipsis 17 diciendo que es una entidad que lleva al anticristo al poder. ¿Será reconstruida la antigua Babilonia para convertirse en el centro de la economía, las finanzas y la religión del mundo? La Biblia dice: "un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA (Ap.17:5). Este versículo no se refiere a "Babilonia" literal sino figuradamente. Esta Babilonia es una entidad diferente de la mencionada en Jer.27:6

Aunque ya no existe una Babilonia literal, el espíritu de Babilonia, caracterizado por rebelión y confusión, continúa. Babilonia es un símbolo de rebelión contra Dios. En este sentido, el espíritu de rebelión y libertinaje babilónico persiste hasta hoy ¡y culminará en la gran confrontación entre la Luz y las tinieblas cuando aparezca el Señor Jesucristo! 

Por lo tanto, muchos suponen que la antigua Babilonia no desempeñará un papel significativo en el desarrollo de los acontecimientos de los postreros días. No es la "Babilonia del misterio" de Apoc.17

La Babilonia de Apoc.17 se describe como una mujer "ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús" (v.6). La antigua ciudad de Babilonia no será responsable de la muerte de los mártires cristianos mencionados en Apoc.17:6. 

Otra razón de que la Babilonia literal no sea la mencionada en Apoc.17 es que las "siete cabezas" de la bestia de Apocalipsis se describen como "siete montes" (v.9), lo que parece referirse al terreno de esta región. La ciudad literal se estableció en la llanura de Sinar (Gn.11:2), prácticamente un desierto sin montañas en las cercanías. 

¿Quién es, pues, esta "mujer ebria", "la Babilonia del misterio" descrita en Apoc.17, que bebió la sangre de los mártires de Jesús y continúa cometiendo fornicación espiritual con la estructura de poder político mundial? Roma es la única ciudad en el mundo que parece ajustarse al criterio que usa la Biblia al describir "la Babilonia del misterio". El Imperio Romano dio origen a la democracia y fue un símbolo de prosperidad económica. No creo que ninguna otra ciudad de la tierra sea reconocida como una entidad religiosa y al mismo tiempo política. Sin embargo, algunos estudiosos de la Biblia creen que Apoc.18 puede surgir una Babilonia reconstruida bajo el anticristo. 

No necesitamos elaborar el punto relacionado con el actual sistema financiero global, en que la economía ignora las fronteras. Tampoco necesitamos mucha imaginación para ver que ya está en su etapa de formación una religión mundial. Bajo el rey babilonio Nabucodonosor, se ordenó a todos los súbditos del imperio adorar a un falso dios o sufrir las consecuencias (Dn.3). Muchos ven esta persecución de los que se niegan a inclinarse ante una falsa deidad, como algo propio de la persecución final de Israel y los convertidos cristianos que dirigirá el anticristo durante la tribulación. 

Será "la Babilonia del misterio" la que finalizará la obra de los constructores de la torre de Babel y del rey Nabucodonosor, un sistema global bajo la filosofía de la democracia política, la libre empresa, los sistemas financieros unificados, y por último una religión mundial. Usted puede preguntarse: "¿Porque?" Porque el padre de la mentira (Satanás) debe imitar lo que se ha profetizado que ocurrirá cuando Jesús venga (Fil.2:10-11). 

Fuente: Biblia de Estudio de Profecía por Tim LaHaye, Reina Valera, 1960 

            

lunes, 28 de agosto de 2017

Israel después de la tribulación

Habrá un manantial abierto, (Zac.13:1-7). Vendrá una conversión nacional del pueblo judío así como restablecimiento espiritual y avivamiento de la expiación del Mesías. La nación será purificada en preparación para el reinado milenial de Cristo.




“En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia. Y en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más serán recordados; y también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia. Y acontecerá que cuando alguno profetizare aún, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová; y su padre y su madre que lo engendraron le traspasarán cuando profetizare. Y sucederá en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más vestirán el manto velloso para mentir. Y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra, pues he estado en el campo desde mi juventud. Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos. Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos”.


Antes de la conversión de Israel, Zacarías predice que dos tercios del pueblo judío perecerán en la tierra durante la tribulación. (Zac.13:8-9)
“Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos terceras partes serán cortadas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella. Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios”. 

martes, 14 de marzo de 2017

El alfarero y el barro

"He aquí qué como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano"

La Biblia dice: “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí qué como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. En un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir. Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles, y en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar. Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle. Ahora, pues, habla luego a todo hombre de Judá y a los moradores de Jerusalén, diciendo: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras. Y dijeron: Es en vano; porque en pos de nuestros ídolos iremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón. Por tanto, así dijo Jehová: Preguntad ahora a las naciones, quién ha oído cosa semejante. Gran fealdad ha hecho la virgen de Israel. ¿Faltará la nieve del Líbano de la piedra del campo? ¿Faltarán las aguas frías que corren de lejanas tierras? Porque mi pueblo me ha olvidado, incensando a lo que es vanidad, y ha tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado, para poner su tierra en desolación, objeto de burla perpetua; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y meneará la cabeza. Como viento solano los esparciré delante del enemigo; les mostraré las espaldas y no el rostro, en el día de su perdición”.

Así dijo Jehová: "Ve y compra una vasija de barro del alfarero, y lleva contigo de los ancianos del pueblo, y de los ancianos de los sacerdotes; y saldrás al valle del hijo de Hinom, que está a la entrada de la puerta oriental, y proclamarás allí las palabras que yo te hablaré. Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar. Quizá oigan, y se vuelvan cada uno de su mal camino, y me arrepentiré yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras. Y así como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y perder y afligir, tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dice Jehová. 
Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante, desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Y os envié todos los profetas mis siervos, enviándolos desde temprano y sin cesar; pero no me oyeron ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz, e hicieron peor que sus padres. Tú, pues, les dirás todas estas palabras, pero no te oirán; los llamarás, y no te responderán. Les dirás, por tanto: Esta es la nación que no escuchó la voz de Jehová su Dios, ni admitió corrección; pereció la verdad, y de la boca de ellos fue cortada. 
Alzad bandera en Sion, huid, no os detengáis; porque yo hago venir mal del norte, y quebrantamiento grande. Guarda tus pies de andar descalzos, y tu garganta de la sed. Mas dijiste: No hay remedio en ninguna manera, porque a extraños he amado, y tras ellos he de ir". 
Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: "Por cuanto no habéis oído mis palabras, he aquí enviaré y tomaré a todas las tribus del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y los pondré por escarnio y por burla y en desolación perpetua. Y haré que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara. Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años".

jueves, 9 de marzo de 2017

Jeremías profetiza a Israel "setenta años de desolación"

Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá

La Biblia en el libro de Jeremías 25:1-14 dice: "En el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, el cual era el año primero de Nabucodonosor rey de Babilonia; la cual habló el profeta Jeremías a todo el pueblo de Judá y a todos los moradores de Jerusalén, diciendo: Desde el año trece de Josías hijo de Amón, rey de Judá, hasta este día, que son vientitrés años, ha venido a mí palabra de Jehová, y he hablado desde temprano y sin cesar; pero no oísteis. Y envió Jehová a vosotros todos sus siervos los profetas, enviándoles desde temprano y sin cesar; pero no oísteis, ni inclinasteis vuestro oído para escuchar cuando decían: Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y moraréis en la tierra que os dio Jehová a vosotros y a vuestros padres para siempre; y no vayáis en pos de dioses ajenos, sirviéndoles y adorándoles, ni me provoquéis a ira con la obra de vuestras manos; y no os haré mal. Pero no me habéis oído, dice Jehová, para provocarme a ira con la obra de vuestras manos para mal vuestro. Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis palabras, he aquí enviaré y tomaré a todas las tribu del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y los pondré por escarnio y por burla y en desolación perpetua. Y haré que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara. Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años. Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre. Y traeré sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que está escrito en este libro, profetizado por Jeremías contra todas las naciones. Porque también ellas serán sojuzgadas por muchas naciones y grandes reyes; y yo les pagaré conforme a sus hechos, y conforme a la obra de sus manos".

Es de hacer notar que: según la Biblia, Dios envió a sus siervos los profetas desde "temprano y ha profetizar sin cesar sobre el juicio que les enviaría" para advertirle a todos los moradores de Judá sobre el mal camino y la maldad de sus obras y que debían de apartarse de lo que estaban haciendo pero no escucharon la voz de Dios a través de sus profetas. En consecuencia, por no haber oído a sus siervos los profeta, Jehová de los ejércitos envió a Nabucodonosor rey de Babilonia su siervo a invadir la ciudad de Jerusalén, a oprimir a todos los moradores y a todas las naciones en derredor; destruyendo y arruinando toda esa nación por durante setenta años. Y luego castigó al rey de Babilonia y a toda la tierra de los caldeos la convertiría en desierto para siempre.      

La Biblia hace referencia a la oración que hizo el profeta Daniel, el cual dijo: "En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti. Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos. De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos. Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén". 

Dice la Biblia que aún estando hablando y orando el profeta Daniel cuando el varón Gabriel le hizo entender lo que faltaba por acontecer "LAS SETENTA SEMANAS" que le fue revelado, el cual confirmo lo que Dios le revelo al apóstol Juan en la isla de Patmos. Dice la Biblia en Dan.9:24: "SETENTA SEMANAS" están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos".

Finalmente, así como Daniel miró atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que había de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años; así mismo nosotros en este tiempo debemos de predicar y orar por lo que esta escrito en el libro de Apocalipsis sobre los siete (7) años de tribulación que vendrán para la tierra; una vez arrebatada la Iglesia, la novia de Jesucristo.      
     
Confiemos en lo que esta escrito en Su palabra santa ya que gran parte de su profecía sean cumplidos. Gloria a Dios.  

sábado, 25 de febrero de 2017

Cómo vivir a la luz del regreso de Cristo

"La vida cristiana es un equilibrio entre la expectativa y la participación"

Una de las realidades de la vida cristiana es el conflicto que se plantea de vivir el hoy pero mirando hacia el mañana. Muchas veces nos sentimos atrapados entre el "aquí y ahora" y lo que viene después. Por un lado tenemos que estar preparados porque Jesús regresa en cualquier momento; y por el otro, tenemos responsabilidades dadas por Dios para cumplir mientras tanto en este mundo.

Estar preparados para el regreso de Cristo es algo que cada uno de nosotros debe hacer en forma personal. Nadie puede preparar nuestro corazón para el encuentro con Dios. Usted y yo debemos hacerlo por nuestra cuenta. El Señor Jesucristo, pensando en su retorno, nos anima a que estemos velando (Mt.24:42), preparados (Mt.24:44) y sirviendo fielmente (Mt.24:46). Nos ha dejado instrucciones claras y especificas acerca de lo que deberíamos estar haciendo mientras esperamos su venida.

1. Ser testigos dondequiera que vayamos. Nuestro Señor les enseño a sus discípulos que debían ser testigos en todas partes, y hasta lo último de la tierra (Hch.1:8).
2. "Id por todo el mundo y predicad el evangelio" (Mr.16:15). Esta orden enfatiza la naturaleza evangelística y misionera del ministerio de la Iglesia durante el tiempo presente. Tenemos que llevar el evangelio a todo el mundo.
3. "y que se predicase...el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, dijo nuestro Señor en Lc.24:47. La actividad evangelística involucra dos aspectos: invitar a hombres y mujeres a que se arrepientan y a que crean en el evangelio.
4. "Haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos", expresa el Señor Jesús en (Mt.28:19). Es aquí donde está puesto el mayor énfasis de la misión de la Iglesia; hacer que se conviertan y discipular los en su caminar con Dios.  
5. Edificar la Iglesia en cada generación. Jesús dijo a sus discípulos que Él edificaría su Iglesia con tal poder que "las puertas del Hades no prevalecerán contra ella" (Mt.16:18). Jesús nos muestra una Iglesia que está caminando hasta que Él la llame al hogar celestial.
6. "Negociad en tanto que vengo", es la indicación de Jesús en la parábola de los talentos (Lc.19:13). En esta parábola los siervos tenían que "poner el dinero a trabajar" hasta el regreso de su señor. Debemos estar ocupados en los negocios de nuestro Señor hasta que Él venga.
7. Permanecer fieles hasta su regreso. Nuestro Señor termina su mensaje profético del Discurso del Monte de los Olivos recordando a sus discípulos que deben continuar con su servicio fiel y prudente aunque Él demore su venida (Mt.24:45; 25:14-21).

Mientras tanto, podemos vivir con nuestro ojos fijos en el cielo, esperando el regreso de Cristo, pero con nuestros pies en la tierra, sirviendole hasta que Él venga. La vida cristiana es un delicado equilibrio entre la expectativa de que Jesús puede venir en cualquier momento y la participación en el servicio, haciéndolo fielmente hasta su regreso. Si constantemente nos planteamos cómo vivir a la luz del regreso de Cristo, nos mantendremos concentrados en lo que es realmente importante en la vida. Además, eso hará que podamos lograr un adecuado equilibrio entre las responsabilidades del presente y nuestras expectativas acerca del futuro.

Fuente: Biblia de Estudio de Profecía por Tim LaHaye, Reina Valera, año 1960  




miércoles, 8 de febrero de 2017

Jeremías profeta de Dios

Autor: Jeremías 
Fecha: 629-585 a.C. 
Versículo clave: El Mesías restaurará a Israel. 
Época histórica: Del rey Josías hasta la destrucción de Jerusalén.
Versículo clave: "Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar". (Jer.1:10)    

El nombre de Jeremías significa "exaltado o escogido por Jehová". Jeremías fue escogido como profeta antes de su nacimiento (Jer.1:5). Cuando Dios toca la boca de Jeremías para darle su mensaje (Jer.1:9), viene a nuestra mente el llamamiento de Isaías (Is.6:6-7). 

Las muchas profecías de Jeremías no siguen un orden cronológico, pero tienen que ver con dos situaciones de su época: Los males sociales y políticos de Judá y relatos personales de su relación con el Señor. Entre las profecías ya cumplidas en tiempos del Antiguo Testamento, hay salpicados notables pronósticos sobre la venida del Mesías (Jesús) y predicciones de una época futura gloriosa. 

Jeremías vivió durante los reinados de Josías, Salum, Joacim, Jeconías y Sedequías, de los cuales solo el primero fue rey piadoso. Rechazado por el pueblo y sus gobernadores cuando predijo con precisión la caída de Jerusalén y las conquistas de Nebucodonosor, Jeremías sufrió persecución, el ridículo y la cárcel. Después de la caída de Jerusalén en el 586 a.C., fue obligado a unirse a los refugiados que huyeron a Egipto en contra de su exhortación. 

La inminente caída de Jerusalén se describe en 222 versículos. El cautiverio (606-586 a.C) se predice en (Jer.25:1-14), y después Jeremías manda una carta a los exiliados (Jer.29:1-23). La profecía de las 70 semanas de Daniel tiene la huella de la predicción de Jeremías (Dn.9:1-2). Se anuncian bendiciones y profecías mesiánicas para Israel en los últimos días, y en (Jer.31:31-40) se hace evidente que habrá un nuevo pacto con Israel en el futuro reinado milenial de Cristo. 

Jeremías es el más extenso de los libros proféticos en el Antiguo Testamento. Tiene 1364 versículos, de los cuales 812 (60%) son de naturaleza profética. 

Fuente: Biblia de Estudio de Profecía por Tim LaHaye, Reina Valera, año 1960

  






















































miércoles, 1 de febrero de 2017

Libro de Lamentaciones

Autor: Jeremías
Fecha: 586 a.C.
Verdad clave: Duelo y lamento
Época histórica: La caída de Jerusalén
Versículo clave: ...nunca decayeron sus misericordias...grande es tu fidelidad. (Lam.3:22-23)

En el año 586 a.C. Dios inspira al profeta Jeremías a escribir sobre la destrucción del templo de Salomón; construido hacia 400 años, y por la caída de Jerusalén. Afligido el profeta Jeremías por estos dos eventos escribe el libro titulado "Lamentaciones" cinco poemas conmovedores que lamentan el fin de una era. Las lamentaciones de Jeremías también expresan el amor y la tristeza de Jehová por su pueblo, cuya perversidad y desviación de la verdad los llevó a estas trágicas circunstancias. Sin embargo, el anciano profeta tiene la confianza de que Israel verdaderamente se arrepiente y regresa a Dios, habrá misericordia, perdón y restauración. Lamentaciones 3:31-33 "Porque el Señor no desecha para siempre; antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hombres". 
 Jeremías, parado en medio de las ruinas humeantes del antiguo templo, pronuncia su lastimera súplica por la misericordia y la bendición de Dios. Las transgresiones de Judá no solo habían producido la implacable invasión babilónica sino también la justa venganza de Dios. En medio de la oscura desaparición todavía brilla la esperanza porque la misericordia y el amor de Dios nunca fallan. Lamentaciones 3:23 dice: "Nuevas son cada mañana, grande es tu fidelidad". Lamentaciones solo contiene 4 profecías y estas constituyen no más de 8 versículos del total de 154 que tiene el libro.


sábado, 28 de enero de 2017

El engaño en los postreros días

La Biblia dice: "Mirad que nadie os engañe"

La Biblia nos dice que Dios, a través de sus profetas, proporciona señales de los tiempos (Is.7:14). Jesús reprendió a los fariseos por no saber ni reconocer las señales proféticas de la primera venida del Mesías (Lc.12:56). Por tanto, era razonable que los discípulos de Cristo le preguntaran: "¿...qué señal habrá de tu venida?" (Mt.24:3). Como respuesta, el Señor dio varias señales que anunciarían la proximidad de su segunda venida.

La primera señal fue el engaño religioso, y la enfatizó sobre las otras, diciendo: "Mirad que nadie os engañe... Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos... Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos" (Mt.24:4-5, 11, 24).

Cristo no se refiere al engaño mundial que proviene de religiones rivales como el budismo, el hinduismo o el islamismo. Los "falsos cristos y falsos profetas" son cristianos profesantes ya que alegan haber hecho milagros en el nombre de Cristo. Estos falsos profetas no solo engañan a otros, sino que ellos mismo parecen estar engañados. Estos "falsos cristos" podrían incluir a algunos líderes religiosos contemporáneos que se especializan en "milagros".

Este pasaje de la Escritura arroja más luz sobre una importante señal de lo cercana que está la segunda venida, pues el engaño de los falsos profetas incluirá un énfasis impropio en lo que parece milagroso. La advertencia de Cristo del movimiento de falsas señales y prodigios en los postreros días fue repetida por el apóstol Pablo quien uso un lenguaje similar: "Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía... (2Ts.2:3). Pablo explico a Timoteo la naturaleza de esta apostasía al comparar la iglesia apóstata con la apostasía de Janes y Jambres (2Tim.3:1,8). Estos dos hombres fueron magos de la corte de Faraón quienes, por el poder de Satanás, imitaron hasta cierto punto los milagros que hizo Dios a través de Moisés y Aarón. Así como en días de Moisés, la gran oposición a la verdad en los postreros días no vendrá ni de ateos ni de los escépticos, sino de los engañadores de las multitudes a través de señales y prodigios.     

Parece claro que este movimiento que pervierte la verdad a través de falsas señales y prodigios contribuirá a que la iglesia apóstata acepte al anticristo: "el inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,.. Dios les envía un poder engañoso... a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad" (2Ts.2:9, 11-12).

La advertencia final de Pablo a Timoteo no deja dudas de que la iglesia, al regreso de Cristo, estará corrompida por el rechazo de la sana doctrina por parte de los muchos falsos profetas y de aquellos que aman sus caminos, los alimentan y los apoyan (2Tim.4:2-4).

Recordemos la exhortación del Espíritu Santo por medio de Judas, que se hace mucho más urgente en nuestros días: "Amados...que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente,... y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo" (Jud.3-4).

Fuente: Biblia de Estudio de Profecía por Tim LaHaye, Reina Valera, año 1960. Autor: Dave Hunt



domingo, 22 de enero de 2017

Libro de Apocalipsis

Autor: El apóstol Juan
Fecha: 95 d.C.
Verdad clave: Cosas futuras
Época histórica: La visión de Juan hasta el cumplimiento de esta.
Versículo clave: ...y las que han de ser después de estas. (Ap.1:19)

Apocalipsis es el mensaje de Jesucristo a su Iglesia. Este libro bosqueja el clímax de la historia humana y comienza con la aparición gloriosa de Jesucristo a su siervo Juan, ya entrado en años. Aquí Cristo le encarga a Juan que escriba lo que ha visto y las cosas que pronto le serían reveladas. Mientras estaba encarcelado por causa "del testimonio de Jesucristo" (1:9; 19:10) en la isla de Patmos, durante el reinado de Domiciano (81-96 d.C.), Juan recibió la revelación de las visiones narradas en este libro. Este libro se aceptó de manera inmediata y universal como el último de los escritos inspirados. Quien interpreta literalmente la Biblia nunca han cuestionado formalmente ni la autoría de Juan ni la fecha tardía del escrito (95 d.C). No fue sino hasta el siglo III que surgió que "otro Juan" pudo haberlo escrito, pero esta opinión no tiene credibilidad histórica.  

Cristo le dio esta visión a Juan y a todos los creyentes para consolarlos en sus pruebas. Les asegura que habrá un día de descanso para aquellos que aman a Dios, que Él se reunirá con ellos en el aire y que mientras la Iglesia esté con Él en el cielo, en la tierra tendrá lugar la terrible tribulación de la que había hablado (Mr.13:19). Doce capítulos están dedicados a la descripción de más de 50 detalles del período de la tribulación, hecho que no hace más que confirmar su importancia. Si se suman a los muchos pasajes del Antiguo Testamento que menciona la tribulación, se puede observar que hay más profecías sobre este breve período que sobre cualquier otro momento comparable de la historia.

Sin embargo, el contenido de Apocalipsis no se limita a un cuadro sombrío de los futuros días de la tribulación. Por ejemplo, en 4:1-2 se detalla el arrebatamiento glorioso de la Iglesia. Se la menciona 19 veces en los caps. 1-3, pero en los 12 capítulos que describen el período de la tribulación no se menciona ni una sola vez. Esa omisión se puede explicar fácilmente cuando se entiende que la Iglesia es llevada a los cielos antes del comienzo de la tribulación (4:1-2; 5:9). El estudio de otros pasajes sobre el arrebatamiento (1Ts.4:13-18; 1Co.15:50-58) demuestra sin duda alguna, que la Iglesia escapa de ese tiempo de tribulación que fuera predicho por los profetas hebreos para Israel y el mundo incrédulo exclusivamente. Luego de la tribulación, Cristo y sus santos regresarán a la tierra para gobernar por mil años. A este tiempo le seguirá el día cuando el mal será vencido para siempre, y Satanás, sus subordinados y todos los que hayan despreciado al Señor Jesús serán lanzados al infierno eterno.

Apocalipsis 1:19 presenta un bosquejo en tres partes de todo el libro, que discurre cronológicamente de esta manera con excepción del cap.12, un paréntesis retrospectivo que culmina en la mitad de la tribulación.

BOSQUEJO DE APOCALIPSIS
I. Las cosas que has visto...
Introducción y descripción del Cristo resucitados (cap.1)
II. Las que son...
Bosquejos de la historia de la Iglesia (caps.2-3)
III. Las que han de ser después de estas...
A. El arrebatamiento de la Iglesia y una escena en los cielos (4-5)
B. La tribulación de siete años; el juicio de los sellos, de las trompetas y de las copas de ira; el breve reinado del anticristo y la destrucción de Babilonia (6-18)
C. La manifestación gloriosa de Cristo (cap.19)
D. Satanás es atado, el reino milenial de Cristo y el juicio final (Cap.20)
E. El orden eterno llamado cielo (caps.21-22)

El libro de Apocalipsis narra los eventos de las visiones de Juan por medio del uso de símbolos. Muchos de estos símbolos son exclusivos del libro y algunos no se explican. La clave para entender el libro y las visiones es saber qué es literal y qué es simbólico, y darse cuenta de que aun los símbolos (trompetas, copas, la Bestia, etc.) representan sucesos y personas reales. Si el libro no se interpreta literalmente, será imposible entender el verdadero significado, y la bendición de las realidades que describe se verá disminuida.

Apocalipsis también revela el regreso de Cristo a la tierra en poder para establecer su reino milenial, seguido por el juicio final a todas las almas perdidas justo antes de llevarse con Él a los creyentes al cielo eterno de Dios. En ninguna otra obra literaria se describe con más belleza la vida eterna después de la muerte. El libro de Apocalipsis da por finalizadas todas las profecías de los profetas hebreos. los escritos de los apóstoles y las enseñanzas de Jesús. Así como Génesis revela el principio de la batalla de todos los tiempos entre Dios y Satanás por las almas de la humanidad, Apocalipsis la concluye con el regreso de Jesucristo a esta tierra en poder y gloria. Para el lector de Apocalipsis se promete una bendición especial: "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ellas escritas; porque el tiempo está cerca" (Ap.1:3)

Apocalipsis contiene más profecías sin cumplir que cualquier otro libro de la Biblia. Se puede encontrar algo profético en cada uno de sus 22 capítulos. De sus 404 versículos, 383 son proféticos, lo que constituye el 95% del libro.

Fuente: Biblia de Estudio de Profecía por Tim LaHaye, Reina Valera, Año 1960



domingo, 15 de enero de 2017

Libro de Eclesiastés

Autor: Salomón
Fecha: 935 a.C
Verdad clave: ¿Vale la pena vivir la vida?
Época histórica: Reinado de Salomón
Versículo clave: "Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidades de vanidades, todo es vanidad". (Ecl.1:2)

Salomón escribió Eclesiastés en el ocaso de su carrera cuando parece haber regresado al Señor luego de haber sido influenciado por los dioses paganos y las falsas religiones de sus muchas esposas. La mayor parte del libro trata sobre la futilidad de una vida que no se centra en Dios y su voluntad. Salomón también enfatiza en la bendición que la bendición en la vida es producto de "la obediencia a Dios y a los principios expuestos en su Palabra".

El nombre hebreo de Eclesiastés es "el Predicador" (Cohelet), que significa orador ante una asamblea. El titulo en nuestras Biblias proviene de la traducción griega de la palabra hebrea para "el Predicador". En tiempos antiguos, a las personas del Oriente Medio le gustaba asistir a reuniones cuyo propósito era el debate filosófico. Probablemente escrito en el final de la vida de Salomón, Eclesiastés declara el vacío (vanidad) de la vida separada de Dios. Las frases claves incluyen "debajo del sol" (28 veces), "vanidad" o "vanidades" (37 veces) y "aflicción de espíritu" (9 veces).

El libro comienza con un Salomón poderoso e inmensamente rico, que trata de encontrar en su vida significado y felicidad lejos de Dios. Comienza con la pregunta: "¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo...debajo del sol?", es decir en la tierra. Luego examina su búsqueda de felicidad verdadera y satisfacción. Inicialmente Salomón busca satisfacción en la naturaleza y la ciencia. Luego busca en vano la satisfacción en la sabiduría y la educación. Después centra su búsqueda en el placer seguido de proyectos de construcción, vastas propiedades, sirvientes, posesiones, arte, música, fama, y grandeza. Mirando entonces todo lo que había adquirido y logrado declara que todo es "sin provecho debajo del sol".

Salomón luego explora cuestiones de filosofía, fatalismo, deísmo, estoicismo, buena conducta, riqueza, reputación y moralidad. Finalmente llega a la conclusión de que la única satisfacción verdadera, viene del temor de Dios y de guardar sus mandamientos (12:13). Aunque Salomón investigó muchos enfoques de la vida, enfatizó que Dios haría un escrutinio de todas las obras. Esto se cumplirá durante el juicio final (Ap.20:11-15).

Del total de 222 versículos, solo 7 (3%) tienen naturaleza predictiva, y la mayoría versa sobre los juicios de Dios.

Fuente: Biblia de Estudio de Profecía por Tim LaHaye, Reina Valera, año 1960


martes, 3 de enero de 2017

Pautas de juicio divino

Los juicios pasados de Dios sirven como muestra de lo que serán sus juicios futuros

¿Cuál será la interpretación de las descripciones bíblicas de los juicios de Dios tales como , y ? ¿Se referirá a eventos astronómicos y geofísicos reales o se tratará de una metáfora o una manera exagerada de hablar? 

La mejor manera de comprender las profecías acerca de catástrofes es seguir la manera de abordar el tema del apóstol Pedro y observar los registros de los juicios históricos divinos del pasado (2P.3:5-7). El universo con todos sus procesos astronómicos y geofísicos no es producto de hipotéticas leyes naturales sino que esta bajo la autoridad de la Palabra de Dios (Col.1:17; Heb.1:3; 11:3). Dios a conservado en la Biblia testimonios de testigos presenciales que confirman las catástrofes precisamente diseñadas que ocurrirán de pronto y afectarán tanto a los cielos como al planeta tierra.

El más catastróficos de los juicios que haya sobrevenido a la humanidad es el diluvio de los días de Noé. Este juicio alteró radicalmente el planeta y se usa en la Escritura para ejemplificar los juicios futuros de Dios del fin de los tiempos (Mt.24:37-39; Lc.17:26-27). El juicio del diluvio tuvo ciertas pautas específicas: 1) El juicio llegó de repente (Gn.7:11), pero luego de un período de gracia (Gn.6:1-8), 2) Involucró a la totalidad del medio ambiente, en el cielo y en la tierra, de una manera que jamás se había visto (Gn.6:17; 2:5-6), 3) Separó de manera exacta y precisa a los salvos de los perdidos (Gn.6:18-21; 2P.2:5-9), y 4) Incluyó fenómenos geofísicos determinados que permitieron que se manifestará la gloria de Dios de manera sobrenatural (Sal.29:3; Gn.8:1; Ez.1:28; Ap.4:3; Gn.9:13-16).

Dios siguió con estas pautas de juicio a través de toda la historia subsiguiente de Israel. Las diez plagas de Egipto fueron juicios que ocurrieron de repente y se trató de fenómenos inteligentemente dirigidos que afectaron objetos determinados. La columna de fuego visible entre el cielo y la tierra era el ángel de Jehová, una teofanía (Éx.13:21). El cruce del Mar Rojo constituyó un fenómeno meteorológico e hidrodinámico único en su especie (Éx.14:21-29). Josué recibió la ayuda de Jehová que que cayeron solo sobre los soldados enemigos, mientras el sol y la luna se detenía en el cielo (Jos.10:11-14). En los días de los jueces (Jue.5:20-23) y de Samuel (1S.7:10) ocurrieron ciertos sucesos celestiales y atmosféricos atípicos. Durante el reinado de David tuvo lugar una plaga que duró 72 horas y mató solo a israelitas (2S.24:10-25, 1Cr.21.9-27).

Esta pauta del juicio es una características inherente a la ley de Dios explicada en el Pacto Mosaico (Lv.26; Dt.28). Es la respuesta bíblica al problema del pecado. La decisión de Dios en cuanto a su forma de actuar para con las consecuencias de la caída incluye no solamente a Israel sino también a todas las naciones (Dt.30:7; 32:43; Is.34). Los profetas del Antiguo Testamento anunciaron que los juicios venideros seguirían estas mismas pautas. En las profecías de los juicios futuros usaron las mismas palabras que en los juicios del pasado (Is.10.26; 11:15; 28:21; 29.6; Zac.14:4-8).

El Nuevo Testamento continúa con la visión que otorga el Antiguo Testamento en cuanto a que Dios juzga con su tremendo poder. Tanto Jesús como el apóstol Juan repiten el mismo lenguaje profético de juicio físico sin precedentes acompañados de teofanías (Mt.24:29-30; Ap.16:18). Se trata del mismo fuego, humo, granizo, trueno, plaga y terremoto de juicios del Antiguo Testamento que aparecen nuevamente en Ap.6-18. Esta expresión no son exageraciones ni metáforas sino que son hechos concretos que apuntan al cumplimiento definitivo del plan de Dios de separar el bien del mal en toda la creación. De esta manera los juicios pasados de Dios sirven como muestra de lo que será sus juicios futuros.

Fuente: Biblia de Estudio de Profecía por Tim LaHaye, Reina Valera 1960. Autor: Charles Clough