sábado, 30 de agosto de 2014

Profecía sobre las naciones gentiles

La palabra profética expone revelaciones en tres campos muy amplios: profecías sobre el mundo gentil, profecías sobre Israel y profecías sobre la Iglesia (1Co.10:32). Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento contienen muchas profecías que afectan al mundo en su totalidad.

Los primeros once capítulos de Génesis registran profecías concernientes al mundo gentil. La profecía se refirió a la humanidad como un todo hasta la época de Noé y sus tres hijos. Las predicciones de Gén.9:24-27 son la primera indicación de que Dios tiene expectativas diferentes para los distintos grupos humanos.
Por ejemplo, los tres hijos de Noé y sus descendientes tendrían destinos distintos. Los descendientes de Jafet se convertirían en la mayor ramificación de los gentiles. Sem, quien recibiría una bendición especial de Dios, sería el padre de un linaje del que saldría el Salvador. Cam, el padre de Canaán, y sus descendientes llevarían consigo una maldición especial como enemigos de Dios. 

Las Escrituras del Antiguo Testamento registran seis grandes imperios mundiales: Egipto, Asiria, Babilonia, Media-Persia, Grecia y Roma, y dan un bosquejo profético de acontecimientos mundiales pasados y futuros tal y como Dios los ve. Muchas de estas profecías se han cumplido con una notable exactitud. Egipto es la primera gran nación con la que Dios decidió que su pueblo escogido, Israel, estableciera relaciones. Se describe a Egipto como un enemigo de Dios del que Él libera a Israel. La Escritura predice que Egipto desempeñará un papel más respetable en el futuro reino milenial. Asiria fue el mayor imperio del Medio Oriente en los siglos VII y VIII a.C. Sus ejércitos doblegaron a las diez tribus de Israel en el 722 a.C. y dominaron el escenario político durante un siglo. Como sucede con Egipto, algunas de las profecías sobre Asiria aún no se han cumplido, y se le asegura un lugar en el futuro profético. Babilonia ascendió al poder en el Medio Oriente al conquistar Asiria en el 605 a.C. Aunque Babilonia dejó de existir como imperio cuando los medos y persas la conquistaron en el 539 a.C., creo que los aspectos religiosos de la nación babilónica, así como la propia ciudad de Babilonia, reaparecerán en el fin de los tiempos.
La completa devastación de Babilonia, en mi opinión, se consumará en el futuro y estará asociada con la segunda venida de Cristo (A´.18:1-24). Media-Persia y Grecia siguieron a Babilonia como potencias mundiales gentiles durante "los tiempos de los gentiles" (Lc.21:24). Sin embargo, estas naciones también salieron del escenario cuando cumplieron el plan de Dios para los gentiles. El mayor de todos es el imperio Romano, cuya supremacía se extendió durante casi 1700 años.
La Escritura enseña que una forma de este imperio resurgirá en una confederación de diez naciones, y a través de ella el anticristo ascenderá al poder durante la futura tribulación de siete años.

Mateo 25 enseña que después de la segunda venida de Cristo las naciones serán juzgadas. En este capítulo, a los gentiles que son creyentes se les llama ovejas; y a los incrédulos se les llama cabritos.

En el transcurso de la historia gentil, vemos a Dios revelarse como soberano. Él ha juzgado a cada imperio a su tiempo. La rebelión de los reinos gentiles descrita en el Sal.2 concluirá con la segunda venida de Cristo. En su trato con las naciones gentiles, Dios ha salvado y continuará salvando a muchos, dando a los gentiles un tiempo de bendiciones especiales en el cuerpo de Cristo: la Iglesia de la presente era.

Bibliografía: Biblia de Estudio de Profecía, Reina Valera 1960 por Tim LaHaye.          
    

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