Los pretribulacionistas creen en el futuro cumplimiento de la semana setenta de Daniel, cuando el anticristo hace un pacto con Israel, al que le sigue un período de tribulación de siete años. Antes de este período de siete años, la Iglesia será resucitada, arrebatada con los santos que estén vivos, llevada a la casa del Padre (Jn.14:1-3), y juzgada o recompensada por las buenas obras hechas en el cuerpo (2Co.5:10) luego de la conversión a Cristo.
Después de los siete años, Cristo regresará en gloria, destruirá al anticristo y al falso profeta, ata a Satanás y lo arrojará al abismo (Ap.20:3).
Jesús entonces establecerá un reino físico y gobernará el mundo con sus santos.
Esta postura se caracteriza por la creencia de un milenio de mil años liberales de duración, la distinción física entre Israel y la Iglesia, una diferenciación entre el arrebatamiento y la segunda venida.
Fuente: Biblia Reina Valera, 1960
Atte. Hno. Romer A. Carrasco T.
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