miércoles, 1 de febrero de 2017

Libro de Lamentaciones

Autor: Jeremías
Fecha: 586 a.C.
Verdad clave: Duelo y lamento
Época histórica: La caída de Jerusalén
Versículo clave: ...nunca decayeron sus misericordias...grande es tu fidelidad. (Lam.3:22-23)

En el año 586 a.C. Dios inspira al profeta Jeremías a escribir sobre la destrucción del templo de Salomón; construido hacia 400 años, y por la caída de Jerusalén. Afligido el profeta Jeremías por estos dos eventos escribe el libro titulado "Lamentaciones" cinco poemas conmovedores que lamentan el fin de una era. Las lamentaciones de Jeremías también expresan el amor y la tristeza de Jehová por su pueblo, cuya perversidad y desviación de la verdad los llevó a estas trágicas circunstancias. Sin embargo, el anciano profeta tiene la confianza de que Israel verdaderamente se arrepiente y regresa a Dios, habrá misericordia, perdón y restauración. Lamentaciones 3:31-33 "Porque el Señor no desecha para siempre; antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hombres". 
 Jeremías, parado en medio de las ruinas humeantes del antiguo templo, pronuncia su lastimera súplica por la misericordia y la bendición de Dios. Las transgresiones de Judá no solo habían producido la implacable invasión babilónica sino también la justa venganza de Dios. En medio de la oscura desaparición todavía brilla la esperanza porque la misericordia y el amor de Dios nunca fallan. Lamentaciones 3:23 dice: "Nuevas son cada mañana, grande es tu fidelidad". Lamentaciones solo contiene 4 profecías y estas constituyen no más de 8 versículos del total de 154 que tiene el libro.


1 comentario:

  1. Aquí el profeta usa la personificación para describir a Jerusalén como la esposa infiel de Jehová luego de su destrucción y ruina en el 586 a.C. El pasaje es un cuadro de una mujer fácil que ha tenido relaciones sexuales con muchos hombres, ya que Judá había ido tras los numerosos dioses de las naciones vecinas. Cuando su belleza se desvaneció, nadie quiso tener nada que ver con ella. Aunque Judá en un tiempo se mantuvo y se ganó la vida con su coqueteo, ahora se ha vuelto como una viuda que tiene la condición de esclava y no es capaz de mantenerse.

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