domingo, 15 de enero de 2017

Libro de Eclesiastés

Autor: Salomón
Fecha: 935 a.C
Verdad clave: ¿Vale la pena vivir la vida?
Época histórica: Reinado de Salomón
Versículo clave: "Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidades de vanidades, todo es vanidad". (Ecl.1:2)

Salomón escribió Eclesiastés en el ocaso de su carrera cuando parece haber regresado al Señor luego de haber sido influenciado por los dioses paganos y las falsas religiones de sus muchas esposas. La mayor parte del libro trata sobre la futilidad de una vida que no se centra en Dios y su voluntad. Salomón también enfatiza en la bendición que la bendición en la vida es producto de "la obediencia a Dios y a los principios expuestos en su Palabra".

El nombre hebreo de Eclesiastés es "el Predicador" (Cohelet), que significa orador ante una asamblea. El titulo en nuestras Biblias proviene de la traducción griega de la palabra hebrea para "el Predicador". En tiempos antiguos, a las personas del Oriente Medio le gustaba asistir a reuniones cuyo propósito era el debate filosófico. Probablemente escrito en el final de la vida de Salomón, Eclesiastés declara el vacío (vanidad) de la vida separada de Dios. Las frases claves incluyen "debajo del sol" (28 veces), "vanidad" o "vanidades" (37 veces) y "aflicción de espíritu" (9 veces).

El libro comienza con un Salomón poderoso e inmensamente rico, que trata de encontrar en su vida significado y felicidad lejos de Dios. Comienza con la pregunta: "¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo...debajo del sol?", es decir en la tierra. Luego examina su búsqueda de felicidad verdadera y satisfacción. Inicialmente Salomón busca satisfacción en la naturaleza y la ciencia. Luego busca en vano la satisfacción en la sabiduría y la educación. Después centra su búsqueda en el placer seguido de proyectos de construcción, vastas propiedades, sirvientes, posesiones, arte, música, fama, y grandeza. Mirando entonces todo lo que había adquirido y logrado declara que todo es "sin provecho debajo del sol".

Salomón luego explora cuestiones de filosofía, fatalismo, deísmo, estoicismo, buena conducta, riqueza, reputación y moralidad. Finalmente llega a la conclusión de que la única satisfacción verdadera, viene del temor de Dios y de guardar sus mandamientos (12:13). Aunque Salomón investigó muchos enfoques de la vida, enfatizó que Dios haría un escrutinio de todas las obras. Esto se cumplirá durante el juicio final (Ap.20:11-15).

Del total de 222 versículos, solo 7 (3%) tienen naturaleza predictiva, y la mayoría versa sobre los juicios de Dios.

Fuente: Biblia de Estudio de Profecía por Tim LaHaye, Reina Valera, año 1960


2 comentarios:

  1. El tema de Eclesiastés es que: "debajo del sol todo es vanidad", aparece 37 veces. Se usa para describir cosas externas y tangibles (Ecl.2:15,19; 8:10,14) así como también pensamientos internos (Ecl.1:14: 2:11). La palabra vanidad en hebreo (hevel) enfatiza la idea de algo vacío y pasajero. La frase "vanidad de vanidades" denota la forma hebrea de expresar un superlativo (sumamente inútil). A pesar de lo importante que pueda ser una vida o una generación para aquellos que la viven, la vida es transitoria pero la eternidad es para siempre. Por lo tanto, debemos vivir teniendo en mente la eternidad y todos sus valores. Es importante notar que la tierra ha de permanecer. Todos los planes revelados por Dios para el futuro incluyen una tierra permanente; recreada, renovada, reformada pero eterna (Ap.21:2-5). Esta tierra en su forma actual "pasará" pero será hecha nueva y permanecerá para siempre.

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  2. "Sin provecho debajo del sol". Este versículo es la reflexión de Salomón sobre todos sus logros. El resultado de estos logros fue un vacío sin provecho. Las palabras que mejor describen los sentimientos de Salomón en este momento de su vida son "vanidad y aflicción de espíritu". Él no encontró satisfacción en ninguno de los supuestos placeres de la vida (He.11:25). La causa de todo su vacío y su pesar fue que Salomón no había aprendido cómo controlar sus deseos. Hay muchos creyentes e inclusive predicadores y ministros de Dios que tampoco han aprendido esta lección. Sin embargo, finalmente se darán cuenta de que saciar los deseos carnales nunca es beneficioso. Nuestros logros para Dios tienen el propósito de ser un testimonio de Cristo para el mundo, pero las ocasiones en que no restringimos nuestra carne darán como resultado deshonra a la causa de Cristo.

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