miércoles, 30 de mayo de 2018

La ansiedad y el afán (Mt.6:25-34)

La Biblia dice: "Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta.

¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?

Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal".

Hay que poner la confianza en Dios porque Él es el proveedor del hombre y de todos los animales que habitan el planeta tierra. 
Sin duda, Jesús enseña con Su palabra a librar al hombre de la ansiedad y del afán, el cual  estos producen en el hombre pensamientos de angustia tormentosos que afectan la vida cotidiana del ser humano e incluso de una nación. 

Jesús dijo: "No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber, ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir". Y Pregunto afirmando ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Claro que si, la vida es más importante que el alimento y el cuerpo es más importante que el vestido; el hombre por falta de fe y desconocimiento de que Dios es el proveedor del alimento y el vestido; se olvida e incluso de quien es el Creador, por tal motivo, falla y cae en una vida de ansiedad y afán por proveerse de vestido y de alimento; afectando su salud y el equilibrio emocional. 

Jesús hace reflexionar al "hombre de poca fe" al decirle: "Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?".

Por consiguiente, el hombre se puede preguntar ¿por qué debo afanarme para vestirme, para beber y para alimentarme? Debería de considerar el hombre el ejemplo que cito nuestro Señor y Maestro Jesús, con respecto a los lirios en su estado de crecimiento, Jesús enfatiza que estos no trabajan ni hilan; e incluso dice: que ni aun Salomón con toda su gloria nunca pudo vestirse como un lirio. 

Finalmente, los gentiles buscan: "que beber, que comer y que vestir con tanto afán y ansiedad, que lo que hace es producir enfermedades, y a su vez, el hombre ignora que el Padre Celestial conoce cuales son las necesidades de él. Como tal, Él es el proveedor. Por lo tanto, Dice: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal".
        

Fuente: La Biblia, Reina Valera, año 1960 

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