El juicio del gran trono blanco es para todos los que hayan rechazado a Cristo

"Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego" (Ap.20:11-15).

Veamos lo que dice el v.12 en relación a los muertos: "Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras". 

Los muertos vienen hacer los que estuvieron en el Hades, el lugar temporal de tormento (Lc.16:23), es decir, para las almas de los incrédulos hasta el día del juicio. Es muy importante aclarar que este juicio del gran trono blanco no es para los que aceptaron a Cristo en vida, sino para las almas que en vida no aceptaron que Jesucristo fuera su único y suficiente salvador. Estos muertos serán resucitados, y luego serán juzgados y lanzados al lago de fuego (Ap.21:8). A este suceso se le conoce como la muerte segunda (Ap.20:14).

Es hacer notar que sino hubiese sido por la gracia y misericordia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en la cruz del calvario, todos los seres humanos morirían separados eternamente de la presencia de nuestro Padre celestial Jehová de los ejércitos.  
  

Fuente: La Biblia, Reina Valera, año 1960